Nueva campaña de control de vehículos de la DGT

La Dirección General de Tráfico (DGT) ha puesto en marcha una campaña de vigilancia y control de las condiciones de los vehículos en las carreteras hasta el 11 de junio.

Policía realizando un control vehicular a un camión

Esta iniciativa se basa en la Estrategia Española de Seguridad Vial 2030, que reconoce la importancia de los vehículos seguros y conectados para reducir la siniestralidad vial. Según esta estrategia, la antigüedad del vehículo está estrechamente relacionada con su nivel de seguridad, y los vehículos más antiguos tienen un mayor riesgo de accidentes graves.

El impacto de la antigüedad en la seguridad vial:

Los datos revelan que el riesgo de fallecer o resultar herido grave se duplica en los vehículos de 10 a 15 años en comparación con los vehículos de menos de cinco años. Actualmente, la antigüedad promedio de los automóviles varía entre los nueve años en tractores industriales y los 14,2 años en camiones de más de 3.500 kilos. En el caso de los turismos, que representan el 70% del parque automotor, la antigüedad media es de 11,5 años. Estas cifras subrayan la importancia de prestar atención al mantenimiento y la puesta a punto de los vehículos para garantizar la seguridad en las carreteras.

La relación entre mantenimiento vehicular y seguridad:

El mantenimiento adecuado del vehículo juega un papel fundamental en la seguridad vial. Los elementos de seguridad del vehículo requieren una atención especial para prevenir accidentes. A continuación, se detallan algunos aspectos clave que se deben tener en cuenta:

Dirección: Es esencial revisarla si se detectan holguras, ruidos, vibraciones, dureza anormal al girar o desgaste irregular en los neumáticos. Una dirección en mal estado puede comprometer la estabilidad y el control del vehículo.
Frenos: Es fundamental realizar revisiones periódicas de las pastillas/zapatas, discos y nivel de líquido de frenos. Un sistema de frenado deficiente puede aumentar la distancia de frenado y representar un peligro para la seguridad.
Suspensión: Aunque su deterioro puede pasar desapercibido, es crucial mantenerla en buen estado. La suspensión influye en la estabilidad del vehículo y en su capacidad de frenado eficiente.
Neumáticos: Es necesario verificar regularmente la profundidad del dibujo (mínimo 1,6 milímetros), las deformaciones, el desgaste irregular y la presión de los neumáticos en frío. Los neumáticos desgastados o con una presión incorrecta pueden comprometer la tracción y el control del vehículo, especialmente en condiciones adversas.
Luces: Tanto los intermitentes como el sistema de iluminación deben estar en perfecto estado y correctamente regulados. Las luces del vehículo no solo nos permiten ver, sino que también nos hacen más visibles para otros conductores, contribuyendo así a la seguridad general en la vía.
Batería: No debemos olvidar revisarla si experimentamos problemas al arrancar el vehículo o si observamos sulfatación en los bornes. Una batería en mal estado puede afectar el funcionamiento de los componentes eléctricos del vehículo y dejar al conductor en situaciones comprometedoras.
Niveles y filtros: Es esencial revisar periódicamente los niveles de líquido de frenos, limpiaparabrisas y aceite, así como la tensión de las correas y el estado de los filtros de aceite, aire y polen. Un mantenimiento adecuado de estos aspectos garantiza un funcionamiento óptimo del vehículo y reduce el riesgo de averías en la carretera.